Blancanieves no sería nada sin la malvada madrastra y la versión española del 2012 lo prueba.
Esta interpretación del cuento clásico se desarrolla en la España de los años 20 y cuenta como la hija de un famoso torero es dada por muerta luego de sufrir un atentado mortal ordenado por su madrastra para quedar amnésica y ser rescatada por un grupo de enanitos toreros (?!?!) que al darse cuenta del talento innato de la chica para la tauromaquia la incluyen en su espectáculo y emprenden un viaje que la llevara a un último enfrentamiento con la mujer que ordenó su muerte.
Ganadora de múltiples premios, muchos por su vestuario a cargo de Paco Delgado, Blancanieves mezcla la tradición del traje típico español con la locura de los años 20 bajo una influencia gótica y opulenta.
Encarna, que así se llama la madrastra, es toda una trepadora y al más puro estilo de Yzma; la villana de Las Locuras del Emperador, ve reflejada su personalidad exagerada en su ropa.
Su vestuario está siempre llevado al máximo y mezcla épocas, siluetas y accesorios que rozan en el mal gusto pero de alguna manera logra aterrizarlos como sólo Anna dello Russo podría hacerlo en nuestros días.
En esta versión no hay espejo mágico pero Encarna, al más puro estilo Kim Kardashian, desea con todas sus fuerzas ser portada de "Lecturas" que es como la Vogue local y la que dicta quien es "The fairest of them all" y no escatima recursos en una sesión fotográfica que podría cumplir su sueño (si Blancanieves no se interpone).
Así pues, esta película muda y en blanco y negro está bellamente filmada y aprovecha recursos de ese hacer cine que hace mucho nos dejo para contar una historia que si bien ya conocemos no nos hemos cansado de escuchar.
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